Parkinson y paracetamol… y ya van 3

Ya volvemos a estar igual. Mi padre resfriado, tomando paracetamol, y con consecuencias.

Está mucho más irritable, habla en sueños mucho más y tiene más neuras. Yo ya no sé si es el resfriado o el paracetamol, pero está más que comprobado que empeora cognitivamente en cuanto se medica.

Yo paso las tardes con mis padres, para que no estén solos todo el día, y “soporto” sus siestas. Y digo soporto, porque esta última semana, de resfriado y paracetamol, las siestas de mi padre son un conjunto de discursos a gritos. A veces ininteligibles, otras vocalizando perfectamente e incluso contestando.

Mi madre me cuenta que de noche es igual, incluso con movimientos exagerados. Aunque ella no nota demasiada diferencia de otros días. “Siempre es igual”, me dice.

Lo que sí nota mi madre es que está mucho más irritable y que le cuesta contener su mal humor. Podría decir que mi madre lo busca, pero ella tampoco está muy fina últimamente (caídas, pérdidas de memoria, problemas para controlar la micción) así que tampoco le puedo pedir mucho. Además están todo el día juntos y eso agota a cualquiera.

La cuestión es que hace unos días, mi padre  se puso tan nervioso por culpa de tomar o no el paracetamol, y cuando tomarlo, que gritó , insultó y amenazó con irse de casa. Todo por si se había tomado la pastilla o no. Al día siguiente todo eran disculpas. Él no es así. Sólo estuvo así al principio de la enfermedad, y lo pasamos muy mal.

Si estas cosas le pasan actualmente sólo cuando toma paracetamol, está claro que algo está afectando a sus neuronas. Yo sigo buscando una explicación que no nos dan los médicos, y sigo sin encontrarla, pero algún día sabré qué pasa por esa cabeza cuando el paracetamol empieza a hacer de las suyas.

Deja un comentario